Torrecampo

Torre de Silencio

Población: 1.436 habitantes

Gentilicio: Torrecampeños

Armas y arado. Raíces ancestrales de Mogabar, antigua fortaleza medieval y aún antes, asentamiento en la Baja Edad Media. Una de las Siete Villas de Los Pedroches, pueblo ganadero, cuyas blancas y recogidas calles invitan a no romper el silencio y a embuirse en una paz que resulta inalcanzable en la febril actividad de la ciudad. Entrar en la medieval Casa-museo de la Posada del Moro es entrar en la historia de Torrecampo y de Los Pedroches: herramientas, enseres, esculturas y demás vestigios arqueológicos testigos de un intenso pasado minero, agrícola y guerrero junto a diversas pinturas de gran valor histórico. Otros lugares de interés son la Iglesia gótico-mudéjar de San Sebastián y el Santuario de la Virgen de las Veredas, la patrona, donde se celebra cada año, en primavera, una multitudinaria romería. Aquí se preparan los más exquisitos platos populares: cachorreñas y migas abajás, junto a la refrescante melocotonada.

Torrecampo, municipio integrado durante siglos en el órgano administrativo de las Siete Villas de Los Pedroches, debe a su posición geográfica buena parte del protagonismo del que gozó durante siglos como paso obligado en el camino real que unía Córdoba con la corte. Este hecho explica la presencia de la ermita de Santa María de Gracia, que para muchos estudiosos fue una antigua sinagoga que prestaba auxilio espiritual a los judíos que transitaban por el mencionado camino real.

Iglesia Parroquial de San Sebastián

Es uno de los templo más antiguos de la zona, como corrobora su archivo parroquial que guarda documentación desde el año 1.550. Consta de tres naves separadas por pilares poligonales que sustentan arcos apuntados, así como tres ábsides de planta rectangular coronados por bóvedas estrelladas. La nave central aparece cubierta por un artesonado con tirantes decoradas con labores de lazo. En su interior hay que mencionar la pila bautismal gallonada que sigue los esquemas habituales del norte de la provincia.

Posada del Moro

Esta antigua posada se ha convertido tras su restauración en un espacio expositivo gracias a la labor que durante años desarrolló el estudioso Esteban Márquez Triguero. Su interior alberga pinturas, esculturas, restos arqueológicos, objetos tradicionales y herramientas mineras. La posada posee una hermosa portada gótica de comienzos del siglo XVI. En su interior también se ha conservado la cocina dedicada a las matanzas y los techos artesonados. En el patio se exponen diversas piezas con inscripciones de la época romana, mientras que por el contrario las antiguas cuadras están destinadas a salas de exposición de arqueología donde se pueden contemplar hachas, puntas de flecha, útiles mineros prehistóricos de la zona, así como cerámica de época califal.

Ermita de Nuestra Señora de las Veredas

Este templo se estructura interiormente en torno a una sola nave edificada con arcos fajones. La cabecera de planta cuadrada se cubre con una cúpula sobre pechinas coronada por una linterna. La portada, como en todo este tipo de edificaciones, es muy sencilla, con un arco de medio punto precedido de un pórtico con columnas de granito.